La alargada sombra y el inmejorable sabor de boca que bajaba el maliense Seydou Keita en el sevillismo, hicieron que se mal interpretara el fichaje de Ndri Romaric el verano pasado. Ya advertíamos que se trataba de un tipo de futbolista radicalmente distinto, pero es difícil separar la imagen de centrocampista africano con fuerza que ligaba al uno con el otro. La huella que dejaba el compatriota de Kanouté al marcharse caló muy hondo entre la gente y fue imposible que de Romaric se esperara otra cosa distinta, lo que produjo un amplio desencanto.

Pero después de una temporada muy trabajada como la pasada, ese estilo de futbolista parece cada vez más cerca de recalar nuevamente en Nervión. Es más, los dirigentes y responsables de la parcela ya hablan sin tapujos del marfileño Didier Zokora como el elegido para esa plaza, la pieza clave, el deseado para cubrir el puesto. En él están dispuestos a invertir una importante cantidad de dinero, quizás el mayor desembolso de los que se vayan a realizar durante este período estival. El objetivo es cubrir con garantías esa parcela defensiva de la parcela ancha, un titular que a priori incluso relegue a Duscher (insustituible la pasada campaña) al banquillo.

No es un secreto la admiración que se tiene desde este blog hacia el todavía dorsal número cuatro del Tottenham, Didier Zokora. Potencia... fuerza... velocidad sin descanso... quizás un pelín menos de calidad de la que tenía Keita con el balón en los pies, pero equilibrado con algo más de experiencia de la que traía el ex sevillista cuando llegaba. Su contratación parece estar a punto de concretarse, el tira y afloja entre los ingleses y el Sevilla puede culminar en torno a los 9 millones de euros. Pero la incertidumbre no debe invadir a nadie, este es sin ningún género de duda alguna el tipo de futbolista que el equipo más necesita en estos momentos.