Lo más triste de todo, es que ese halo de grandeza que rodeaba al equipo se ha perdido, y mucho tendrá que trabajarse para que vuelva. Hoy leerán el nombre de Jiménez hasta el hartazgo, bien por la pésima filosofía que le imprime a sus jugadores, bien por el papelón de la rueda de prensa posterior al encuentro. Correrán ríos de tinta con el técnico sevillista como protagonista, bastantes horas de radio y televisión, discusiones de barra de bar en las que unos criticarán la figura del entrenador y alguno se mostrará más comprensivo. Después del enésimo fracaso, es considerable la división que reina en el seno de la afición hispalense... aunque la balanza definitivamente se va decantando de un lado.

Manuel Jiménez Jiménez es un mito, una leyenda, historia viva del Sevilla Fútbol Club. Estamos hablando del jugador con más partidos oficiales a sus espaldas, muchas fueron las temporadas que portó la cinta de capitán en su brazo, impagable su dedicación, su casta y su encomiable trabajo siempre al servicio de la entidad. Precisamente, para este que escribe, el hoy entrenador del Sevilla fue un ídolo al nivel de lo que actualmente sería un Javi Navarro, Andrés Palop o Frederic Kanouté. Por eso decir que Jiménez empobrece y hace más pequeño al Sevilla FC no es plato de buen gusto, pero si algo somos en este humilde blog, eso es sin duda sevillistas.

Continuará...


PD: Como ustedes ya habrán podido adivinar, la moneda una vez más salió cruz.