Finalmente no se produjeron sorpresas y el guión preestablecido se cumplía a raja tabla, un Sevilla FC a medio gas no pasaba apuros para arrollar al flojo Unirea rumano. Los de Petrescu intentaron heroicamente atragantar el ataque preparado por Manolo Jiménez, con los once jugadores siempre por detrás de la pelota, este modestísimo equipo tan solo aguantó 45 minutos la avalancha. Justo el tiempo que necesitaron los blanquirojos para hilvanar una buena jugada y que Luis Fabiano la mandara a las redes desde la corona del área. Un gran tanto que destrozaba la maraña defensiva dispuesta para aguantar el empate a cero hasta el final.

A partir de ese momento los rumanos se abrieron tímidamente, lo que facilitó el trabajo a los locales que lograron un segundo gol e incluso se podrían haber marchado con alguno más. Preocupa sensiblemente el estado de forma de jugadores como Kanouté, Negredo o Fernando Navarro, si bien es cierto que esto no ha hecho más que empezar. Por el contrario hay futbolistas que están como motos, Didier Zokora, Perotti o Escudé son los más claros ejemplos de esta situación. Pero de entre todos, hoy por hoy sobresale un nombre que eclipsa a todos: Luis Fabiano. El brasileño lleva la friolera de tres goles en los tres partidos que se llevan disputados hasta el momento, así como un lanzamiento a la madera.

De él dijo anoche el entrenador del Unirea, y ex jugador del Chelsea entre otros, que ahora mismo es el mejor delantero del mundo. Añadía el técnico que había visto muchos jugadores a lo largo de su trayectoria, pero capaces de hacer lo que hace Luis Fabiano había conocido muy pocos. Extraordinario el estado de plenitud en el que se encuentra el número 10 del Sevilla FC, o lo que es lo mismo, El 9 de Brasil. El liderato de grupo habrá que refrendarlo en un par de semanas visitando una tierra que trae muy buenos recuerdos a los sevillistas, próxima parada Glasgow.