La contratación de Álvaro Negredo era calificada como la guinda del pastel, y no se quedan lejos aquellos que se atreven a definirlo como tal. Hacía tiempo que el sevillismo no sentía una ilusión de similares características con motivo de un fichaje de su equipo. No es para menos, porque se trata de una de las sensaciones del campeonato nacional, uno de los jugadores de moda codiciado por media Europa, anhelado por clubes de enorme entidad. Significa el mayor desembolso que jamás haya realizado el Sevilla FC por un jugador, una inversión que está al nivel de los clubes más poderosos del viejo continente.

El ariete llega a Nervión tras desechar varias ofertas que, en algunos casos, le doblaban el sueldo. Todo lo ha dejado de lado por recalar en un equipo en claro crecimiento como es el conjunto sevillano. Este dato significativo muestra muy gráficamente el nivel que está alcanzando la entidad blanquiroja, una sociedad que parece dar pasos firmes y seguros para asentarse en lo más selecto del panorama balompédico mundial. Hace muy pocos años resultaba imposible si quiera pensar que el club presidido por José María Del Nido pudiera tan solo pelear por adquirir peloteros de esta talla. Ayer se presentaba en la sevillana Plaza de España uno de las más firmes apuestas del fútbol nacional con el escudo del Sevilla FC en el pecho.

De este modo los palanganas no pueden hacer otra cosa que consolidarse como el tercer equipo de España, la presión crece y crece de la mano de un equipo que invita a soñar, que provoca que su afición se atreva a pensar en volar muy alto. Con Álvaro Negredo el Sevilla se asegura trabajo, gol, juego de equipo y amplitud de banquillo en la zona más adelantada del ataque del equipo. Su progresión va en ascenso conforme pasan las temporadas, firmando cada año unos registros mejores que los del ejercicio anterior. Presumiblemente debemos estar hablando de uno de los delanteros centros habituales de La Roja, con el debido permiso de un seleccionador al que no parece agradarle mucho el contar con sevillistas bajo su mando.