Con los últimos fichajes, el Sevilla FC pretende consolidarse como el tercer equipo de España, algo en lo que ya viene trabajando durante varias temporadas atrás y que quedó refrendado con la posición clasificatoria de la pasada campaña. El crecimiento paulatino del club ha permitido que se realicen las incorporaciones que tienen tan ilusionado a gran parte del sevillismo, aunque todavía los hay que piensan que el desembolso habría que haber servido para traer un medio centro de campanillas. Sobre el papel, el objetivo del equipo de Jiménez debe ser la clasificación directa para la Champions, sin renunciar a nada por el camino.

Para llevar a buen puerto la nave, la estructura alrededor del primer equipo ha de ser perfecta, no se puede dejar pasar la oportunidad de asentarse junto a los más grandes de Europa. Y en este sentido hay un apartado que está dejando mucho que desear, algo que los correosos rivales que visiten la ciudad de Sevilla sin duda no tardarán en aprovechar... si no se pone remedio antes. Este punto negro en el inicio de la temporada 2009/2010 está siendo el tapete de La Casa Grande del Fútbol en Andalucía. La apuesta que se hizo a la conclusión de la pasada campaña está saliendo mal. Las desmesuradas temperaturas que está sufriendo la ciudad, unidas al maltrato que sufría el terreno de juego durante la pasada Peace Cup, han hecho del césped un auténtico patatal.

La Liga comienza a rodar el próximo fin de semana, pero no será hasta dentro de 19 días (el 13 de septiembre) cuando el verde tenga que mostrar su mejor cara. Si bien es cierto que presentaba un mejor aspecto durante el II Trofeo Antonio Puerta el viernes del que se pudo ver durante la citada Copa de la Paz. Pero aún se podían apreciar diversos desperfectos desde el mismo inicio del partido presentación del equipo. Mucho tendrá que mejorar este aspecto estructural si el Sevilla FC quiere sacar pleno rendimiento a todas las estrellas que conforman la plantilla.