Estrepitosa la caída libre que el equipo está sufriendo en la segunda vuelta del campeonato liguero. De los tres partidos disputados ante tres rivales de media tabla hacia abajo, tres derrotas, dos de ellas en casa. Y ya se suman los mismos partidos perdidos que en la totalidad de la primera rueda de la competición, preocupante. Lo cierto es que el mes de enero y el comienzo de febrero están siendo nefastos para los intereses deportivos del Sevilla, los futbolistas no están respondiendo ante la necesidad de jugar partidos domingo-miércoles, domingo-miércoles.

El equipo no carbura en el centro del campo, desde donde supuestamente se tiene que elaborar el juego, y todo se resume en lanzar balones a Kanouté, que este la baje con el pecho entre dos centrales, haga algún regate y perfore la red contraria. Tampoco la defensa anda fina, los errores puntuales en esta línea tan especializada se suceden con cierta frecuencia. Pero el dato más preocupante se encuentra en el lado opuesto del campo, en los delanteros, o más bien en la forma de atacar. La sequía en este sentido es alarmante y las opciones para que los arietes disfruten de ocasiones también.

Ahora se vislumbra un parón en el que los partidos se reducen a los fines de semana por aproximadamente un mes hasta que en marzo retorne la Copa del Rey. Veremos si con este periodo de "descanso" y recuperación de activos, el Sevilla deja atrás los malditos 38 puntos en los que parece haberse estancado de manera perpetua.