Domingo 11 de enero, jornada número 18, 21:00 aproximadamente, estadio de Riazor, por delante 45 minutos para intentar arreglar el desaguisado y remontar un solitario gol de Bodipo con uno menos tras la justísima expulsión de Enzo Maresca. Repetimos, 45 minutos que despejarán muchas dudas posteriormente, pero sobre todo una: el sevillismo tiene totalmente la razón cuando se queja de lo que se queja. Que hay equipo para salir siempre a ganar sin importar el rival que esté en frente, que ya está bien de hacer el ridículo, que Jiménez merece completamente las críticas, etc.

Todo ello queda más que demostrado con la segunda parte del Deportivo 1-3 Sevilla. Ya se ha dicho por activa y por pasiva que el sevillismo no es tonto, que no se les puede hacer pasar por el aro tan fácilmente como a otros, que no se les puede hacer comulgar con el entrenador porque este sea uno de los nuestros, por ser sevillista de corazón y trabajador nato, por haber nacido en Arahal y no se cuantas majaderías más. Estamos totalmente convencidos de que el sevillista que asiste religiosamente al Sánchez-Pizjuán estaría encantado de poder idolatrar al señor Manolo Jiménez.

Pero la realidad es que hasta el momento lo único que ha generado son dudas e inquietud. Esperemos que este sea un punto de inflexión. Capítulo aparte merece la actuación de un fenómeno mundial que responde al nombre de Frédéric Omar Kanouté, ya habrá tiempo de hablar de ello.