No es un hecho cuestionable, es algo que ya no ofrece prácticamente ninguna posibilidad de debate y con lo que cada vez más gente está de acuerdo. La que antaño fue reconocida como la competición nacional más potente del continente europeo va perdiendo tal estatus... la "Liga de las Estrellas" se apaga. La otra cara de la moneda es la Premier League inglesa, ejemplo de organización y seriedad, donde las cosas bien hechas han dado sus frutos y hoy en día es la competencia más importante deportiva y económicamente.

Ya son pocos los jugadores de contrastada calidad los que desembarcan en la vieja LFP, todos prefieren las islas británicas, y los que algún día fueron cracks emigran sin pudor a tierras lejanas. Pero, ¿es malo todo esto?. Por contrapartida tenemos el auge que está tomando el producto nacional, son cada vez más los futbolistas o entrenadores exportados a otros países. Esto repercutirá sin duda en la calidad de la Selección Española, que tendrá más posibilidades a la hora de elegir.

Poco menos que obligados, los clubes españoles optarán por el jugador de casa, dando oportunidades a una escuela que cayó en el olvido con la llegada de tanto foráneo en las últimas décadas. Quizás se pierda en espectáculo casero, reconociendo a este como del que disfrutamos domingo a domingo, en beneficio de elevar el nivel de la escuadra nacional. La balanza oscila irremediablemente, aunque lo ideal sería un punto intermedio.