La victoria del Sevilla ante el Villarreal del día de ayer deja bastantes reflexiones. El nuevo cabreo de la grada con los cambios de Jiménez, la reaparición del mejor Daniel Alves, el pésimo estado de forma del danés Poulsen, la mejora defensiva, etc. Precisamente es en este último punto en el que nos detenemos, más concretamente en un defensa que ayer volvía a ser titular en el Ramón Sáchez-Pizjuán.

Federico Fazio saltaba desde el inicio en la posición donde venía actuando en el filial la temporada anterior, en el medio centro. La falta de ritmo con la que el argentino llegó al segundo equipo sevillista obligaron a Manolo Jiménez a alinearlo en esa posición más adelantada para que fuera adquiriendo la velocidad de juego europeo. El acierto del de Arahal es innegable.

La consistencia defensiva del equipo sevillano ayer fue evidente, el apuntalar esa defensa desde el centro del campo se tornó vital. El gigante argentino manejo los tiempos, bregó con los dinámicos futbolistas del Villarreal y casi siempre impidió el paso a los atacantes rivales. Por arriba, evidentemente, cazó todo lo que hubo. ¿Habrá encontrado el Sevilla a un Patrick Vieira blanco?