Como dicen que de sabios es rectificar, rectificamos. Obviamente nos equivocábamos cuando, allá por el mes de agosto, escribíamos estas líneas. El señor Juan De La Cruz Ramos ha huido. Como lo hacen las ratas perseguidas por una persona, como las cucarachas que uno intenta aplastar bajo su pie.

Esta es la puerta de atrás, por ahí se ha escapado el señor Ramos. Sin dar explicaciones, sin decir adiós... bueno ya lo hará desde la oscuridad de su página web. Pero la cara... no esperéis que de la cara, se le caería de vergüenza.

Porque al equipo que lo llevó a la gloria, el que le ha dado el nombre que hoy utiliza para negociar su nuevo contrato, ese equipo, ese club, a esa afición, a una ciudad entera... a todos ellos ha fallado este tipo. Como profesional, como entrenador, pero primero como persona.

Evidentemente que nadie espere que desde este humilde sitio perdido en internet se le desse lo mejor, ni mucho menos. El deseo... que este tipo de personas permanezcan mientras más lejos del Sevilla Fútbol Club mejor. Ojalá que los caminos de este gran club y el suyo no vuelvan a encontrarse jamás.

Vete Ramos, vete y no vuelvas nunca después del mayor desprecio que conozco hacia esta institución. Sevilla, fuerza.