Se afronta la recta final del campeonato, esa en la que dicen los sabios es donde se consiguen los objetivos, esa en la que realmente es donde debe estar toda la carne en el asador. El plantel de Jiménez ocupa una posición privilegiada para propulsarse directamente hacía la próxima edición de la Liga de Campeones. Diez partidos, cuatro en casa y seis lejos de Nervión, son los que se interponen entre el Sevilla y su objetivo final... incluidos los del temido "Tourmalet": Valencia, Barcelona, Madrid y Villarreal.

Se prevé un final terriblemente interesante, ya que estos cuatro equipos más el Sevilla deberán enfrentarse entre sí durante estas últimas fechas del campeonato. Para fijar la posición entre los cuatro primeros de un modo seguro, se debe fijar el límite mínimo entre los 69 o 70 puntos, esto es, cinco victorias y quizás algún que otro empate. Con esta excelente puntuación, y teniendo en cuenta que se ha de visitar la cancha del inmediato perseguidor, la tercera plaza es factible.

Resulta bastante fácil exponer estos números sobre el papel, pero no lo es tanto sobre el terreno de juego, mucho habrá que correr aún para cantar finalmente victoria. Recordemos todos que existe una considerable diferencia entre clasificarse como tercero o como cuarto, ya que en caso de caer al cuarto puesto el Sevilla se jugaría su pase definitivo a la Champions a través de una eliminatoria previa, con un rival en sorteo puro entre los que podrían tocar escuadras como el AC Milán, el Arsenal o el Bayer de Munich entre otros.