El Sevilla se mantiene a la espera, aunque en mucho de lo que pase durante los próximos meses aparecerá la alargada sombra de FC Barcelona. El primer intercambio ha sido efectuado ya: el malí Seydou Keita llega a "Can Barça" a cambio de 14 millones de euros, a razón de 5 millones el treinta de junio y otros 9 en los próximos tres años. De por medio se quedan otros 2 millones en concepto de IVA, un dinero que no se va al limbo ni mucho menos, las cuentas cuadran.

El Mallorca le pide al Sevilla unos 6 millones de euros por el lateral Fernando Navarro, concentrado en estos momentos con la Selección Nacional. De ese dinero, el treinta por ciento pertenece al Barcelona y otro diez al propio jugador. El Sevilla ofertó hace unas semanas 4 millones de euros por Navarro y cuenta con el as de que tanto Laporta como el futbolista ya tienen acuerdo para condonar esa deuda.

Ahora los sevillistas, conscientes de que tienen la sartén por el mango y de que el verano es increíblemente largo, permanecen agazapados tras la figura de Daniel Alves, objeto de profundo deseo en la ciudad condal. Del Nido se ve en la obligación de fijar el precio en 36 millones, ni un céntimo menos, mientras que el Barcelona aún no llega a los treinta. Aparecen nombres a escena como el de Rodrigo Palacio, por el que los blaugranas muestran bastante interés, pero al que estarían dispuestos a renegar en detrimento del Sevilla con tal de hacerse con el mejor lateral derecho del mundo.

Esta última opción se esfumaría de ser cierta la reciente información sobre Lautaro Acosta, joven atacante de Lanús, que reune características similares a las de Palacio. Monchi y José María Cruz arribaron a la Argentina hace escasos días, y por todos es sabido que cuando Cruz viaja es para cerrar alguna operación, no en vano es el hombre de los números en la compleja estructura sevillista. La cosa podría rondar los 10 millones de euros, pues los sudamericanos piden doce y los europeos ofertan 8.

El baile Sevilla-Barça, Barça-Sevilla no ha hecho más que empezar, y parece que este vals en el que ambos están muy agarrados será largo.