La conocida como "Vieja Guardia" se deshace poco a poco, tras la marcha de los Paco Gallardo, Pablo Alfaro, David Castedo o Antonio Notario, ahora le toca el turno a José Luis Martí. El mallorquín se va cedido con opción de compra a la Real Sociedad hasta final de temporada y se despedirá, tanto de sus compañeros como de la afición, esta misma tarde en una rueda de prensa que se celebrará en la Ciudad Deportiva.

Martí llegaba a Sevilla en el verano del año 2003 sin que el club andaluz se viera obligado a desembolsar nada por él ya que acababa contrato con el Tenerife, fichaje Made in Monchi. El rendimiento que ha dado el balear en estas cinco temporadas ha sido inmenso, impagable, participando activamente en todos los títulos conseguidos por los nervionenses en los últimos tiempos.

Jugador clave y vital para todos los entrenadores que el Sevilla a sentado en el banquillo, Martí desprendía ese toque de mando que tanto gusta a los técnicos. Era la sombra alargada de los preparadores dentro del campo, no en vano era uno de los capitanes del plantel. Quizás, más que la falta de minutos en esta campaña, el principal detonante de que salga del club no es otro que el tremendo mazazo sufrido por la pérdida de su mejor amigo en el mundo del fútbol: Antonio Puerta.

A nadie se le escapa lo mal que lo estaba pasando y que este puede ser uno de los puntos más fuertes en la decisión de abandonar la disciplina sevillista. Sin duda se le echará de menos al bueno de Pep, un hombre repleto de sencillez, educación, respeto y sacrificio. Esperemos que sea un hasta luego, se va uno de los grandes.