El punto intermedio, ni frío ni calor... el primer empate de la temporada llega ante Osasuna, hasta ahora o se perdía o se ganaba. Pero este resultado deja un sabor agridulce, con una primera parte para olvidar y una segunda en la que es impensable que el Sevilla no se haya llevado los tres puntos.

Pronto se pusieron por delante los navarros y pudo ser peor cuando el árbitro señalaba un claro penalti de Christian Poulsen. Ahí apareció el salvador de andar por casa del Sevilla, Andrés Palop que adivina el lanzamiento de Puñal y con una gran parada daba algo de vida a los sevillistas.

La segunda parte fue otra película, Jesús Navas empata y los andaluces se lanzan desaforadamente a por la victoria. Ayudados por un gran Duda y un buen Maresca, el Sevilla acosa en su portería a Osasuna. El portugués saca el guante y tirotea con centros precisos el área rojilla.

Las ocasiones falladas desesperan a cualquiera. Y con el tiempo cumplido ya, falta a favor del Sevilla al borde del área, la ocasión soñada. La gente empieza a desfilar viendo lo que se le viene encima, lanza Duda... y al larguero. Otra vez la mala fortuna.

Un empate que pudo ser peor y también pudo ser mejor, un puntito inesperado a la saca. Lo mejor el buen regreso de Maresca y Duda, el acierto de Jiménez en los cambios y la firmeza del colombiano Mosquera. Menos da una piedra.

El Sevilla sube varios peldaños en la clasificación, hasta el puesto 12. Y para terminar una curiosidad, del puesto 10º hasta el último de la tabla, el equipo sevillista es el único que acumula más goles a favor que en contra. Algo que deja bien a las claras que este equipo está hecho para ocupar otro lugar más arriba, a pesar del mal momento por el que atraviesa.