Probablemente haya sido el partido más completo del Sevilla en lo que va de temporada, ya que volvió el equilibrio entre defensa y ataque. Pocas fueron las ocasiones en que inquietaron la meta defendida por Andrés Palop, pero las pocas veces que los valencianistas pusieron a prueba e la zaga hispalense se respondió bien.

El conjunto ya dirigido por Manolo Jiménez, da un paso al frente y un puñetazo encima de la mesa, consiguiendo los tres puntos ante un rival directo. Las ganas, el pundonor y la agresividad con que salieron los muchachos anoche contrasta radicalemente con la apatía mostrada en los últimos partidos con Ramos en el banco.

Por cierto, espléndida la respuesta de la grada. Ni un sólo grito, ni insulto, ni recordatorio en general para la figura del fugado... desprecio absoluto. Una vez más se demuestra la grandeza y señorío del público que viste las gradas del Sánchez-Pizjuán.

¿En el terreno puramente futbolístico? Un vendaval de calidad, fuerza y velocidad. El trabajo de los de Jiménez anoche pasa por ser, como dijimos anteriormente, el más completo en lo que va de campaña.

El partidazo de Luis Fabiano, que ya lleva unos cuantos mostrando un nivel desconocido por estas tierras. El derroche de Seydou Keita, la sombra alargada de Mali que no descansa jamás. La sobriedad de Fazio, el central titular de la albiceleste en poco tiempo. El buen debut de Crespo, La velocidad de Adriano y Capel, la seguridad de Drago... sería una locura analizar el partidazo que firmaron todos y cada uno de los que saltaron al campo de Nervión.

La semana viene cargada de buenos partidos, nada mejor para enchufar a una plantilla que había vivido durante las últimas semanas más pendiente del señor Ramos que del propio fútbol.