El Sevilla no hizo contra el Recreativo de Huelva el mejor partido del mundo, ni mucho menos. Fue un Sevilla a medio gas, apagado, en ocasiones hasta fallón... pero que hizo sentir la inmensa diferencia que existe hoy en día entre el y la mayoría del resto de equipos de primera división.
Jugó como y caundo quiso, pisa un poquito el acelerador y basta. Es suficiente para desmantelar a un bien plantado Recre por cuatro goles a uno.
Un conjunto el de Victor Muñoz que hará muy bien en seguir con esa filosofía el resto de temporada, jugando así acabarán en puestos medio-altos de la clasificación al final de esta campaña.
Pero eso ya no es suficiente para incomodar a este Sevilla, hoy por hoy hay que tener más para hincarle el diente a los de Juande. El nivel que exhibieron los de Nervión empieza a tomar una altura que ni los más optimistas imaginaron hace algún tiempo.
Pero eso ya no es suficiente para incomodar a este Sevilla, hoy por hoy hay que tener más para hincarle el diente a los de Juande. El nivel que exhibieron los de Nervión empieza a tomar una altura que ni los más optimistas imaginaron hace algún tiempo.
Ahora empieza lo bueno, el próximo miércoles el Sevilla visitará al actual líder de la Premier League inglesa. Será una buena plaza para ver si realmente este equipo se puede medir con los grandes de Europa y si ha terminado por fin de superar el mazazo anímico del 28 de agosto.
Por cierto, sencillo a la par que emocionante el homenaje que se vivió en el Ramón Sánchez-Pizjuán en torno a la figura de Antonio Puerta. Muchas lágrimas volvieron a derramarse en la familia sevillista.
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