On 2 sept 2008 0 Comentarios

El trabajo de un periodista, el periodismo, se puede definir como la captación y el tratamiento de la información. Esto puede desarrollarse a través de diversos medios: oral, escrito, visual o gráfico. Depués hay otra clase de "periodismo", el mal llamado "periodismo de investigación", que en este país se encuentra muy extendido y del que ya opinamos sobradamente en este blog... más concretamente en este artículo.

Basado en malentendidos, escándalos, insultos o en suposiciones entre otras cosas, parece que sus tentáculos amenazan cada día con más fuerza al mundo del periodismo deportivo. Hablamos concretamente de suposiciones o insinuaciones, ya que estas pueden llegar a ser incluso más lesivas que una acusación directa. En la tarde del domingo pasado el Sevilla empataba como visitante en el campo del Racing de Santander con Diego Capel en el banquillo.

Esto último es algo que sorprende a propios y extraños dado que estamos hablando de uno de los jugadores más en forma de la plantilla y probablemente del fútbol español, no en vano acaba de recibir su segunda convocatoria oficial con el combinado nacional absoluto. El técnico Manolo Jiménez es cuestionado por este extremo en sala de prensa al término del partido y aduce razones deportivas como motivo de que Adriano Correia haya ocupado el puesto de extremo izquierda.

Y llegados a este punto es cuando un periodista de la Cadena Ser, en su edición local para Sevilla, insinua, ironiza y supone que Diego Capel se ha quedado en el banquillo al no haber firmado su renovación. Recordemos que estamos hablando de un canterano al que le restan todavía tres largos años de contrato y que es cierto que hay negociaciones abiertas para su ampliación de contrato.

Este hecho, tan falto de categoría y profesionalidad, ha molestado tanto al Sevilla FC en su conjunto que Monchi ha salido al paso de estas especulaciones, propias de la prensa rosa, con estas palabras: “Voy a ser muy duro. Me parece totalmente absurdo pensar eso. Y de tener una mente perversa plantearlo. Es una falta de respeto al club, al presidente y al entrenador. No valoro ni interna ni externamente las decisiones del entrenador”.

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