Todavía es relativamente pronto para desesperar, pero la situación se va tornando a peligrosa. Y es que el Sevilla, aun con un partido menos, se mete en la pomada de la pelea por el descenso con equipos que en teoría están muy por debajo del nivel de los hispalenses.
Errores puntuales, fallos de cara a la portería rival, lesiones, concentración defensiva, incluso mala suerte... todo influye y todo es aceptable, pero lo que no se comprende es el irregular aspecto que presenta el equipo de un partido a otro.
A estas alturas de competición ya se han perdido los mismos partidos que la pasada temporada en total, un dato que habla por sí sólo. Los dos próximos partidos son vitales para que los sevillanos remonten el vuelo ya que son ante rivales directos a día de hoy: Osasuna y Murcia.
Errores puntuales, fallos de cara a la portería rival, lesiones, concentración defensiva, incluso mala suerte... todo influye y todo es aceptable, pero lo que no se comprende es el irregular aspecto que presenta el equipo de un partido a otro.
A estas alturas de competición ya se han perdido los mismos partidos que la pasada temporada en total, un dato que habla por sí sólo. Los dos próximos partidos son vitales para que los sevillanos remonten el vuelo ya que son ante rivales directos a día de hoy: Osasuna y Murcia.
Toda esta cascada de resultados negativos contrasta con la situación institucional general en la que todavía se vive de la herencia de años anteriores, prueba de ello son esta noticia y esta otra.
Y es que cada partido es una lotería en la que no sabemos que Sevilla saltará al campo, paciencia.
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