Hay gente que no lo puede evitar, es una realidad, y Tom De Mul tiene cara de buen chaval. No se le ha visto más que a ratos trotar por la banda del Sánchez-Pizjuán. Ningún entrenador entendió que debía jugar más de lo que lo hizo. Ni Juande Ramos, ni Manolo Jiménez, ni por supuesto Antonio Álvarez han deseado contar con los servicios del extremo rubio. Cuando esto es así, por muy pocas oportunidades que haya tenido para demostrar su juego, no podemos calificar de otra cosa que no sea fracaso a este fichaje. En su día costó algo más de cinco millones de euros, llegaba de una de las canteras más consagradas de Europa, el Ajax hizo un gran negocio. El hecho de compartir vestuario con Jesús Navas algo también tuvo que ver, eso es innegable.

El belga puede ser el siguiente en marcharse, quien sabe si dejando una ficha libre para otro compatriota suyo. De hecho ya ni siquiera se entrena con el primer equipo. El mercado de salidas es otra cosa. El último en abandonar la disciplina sevillista ha sido David Prieto, que se une a los Casado, Armenteros, Crespo y Adriano. Nada que ver con el panorama de entradas. No sabemos si tendrá algo que ver el conflicto de los controladores, pero hace siglos que no aterriza un nuevo sevillista en San Pablo. Hasta de eso van a tener la culpa los encargados de dirigir el tráfico aéreo en nuestro país. El sevillismo agoniza ya de sufrimiento sin nada de carroña informativa que llevarse a la boca. Lo de Cigarini parece hecho desde hace semanas, pero esta pausa interminable deja bien a las claras que se tienen puestas las miras en horizontes muy diversos.

Al menos hoy tenemos novedades, sí, sí. Realmente importantes y de un calado considerable. Por fin hemos podido ver fotos de Sara Carbonero en bikini. Después de no se cuantos años, al fin podemos ver algo de carne de la bella informadora. Por eso quizás nos guste tanto esta señorita, porque no es de esas...