El partido había transcurrido con normalidad hasta los minutos finales en el que entró en una fase un poco más reñida y bronca.
Hasta ahí todo normal en un partido oficial de selecciones en el que el empate a uno final deja a los dos contendientes con pocas oportunidades de clasificarse.
Es cuando el árbitro indica el final del encuentro y ambos equipos se retiran hacia los vestuarios cuando se lía un revuela tremendo con tangana incluida.
Todo comienza cuando el entrenador portugues Scolari, sin mediar provocación ni agresión, lanza un puñetazo directo al rostro del sevillista Ivica Dragutinovic.
El entrenador de porteros del combinado luso es el primero en intentar frenar al seleccionador. Pronto los delegados retirarían a Scolari y los futbolistas harían lo propio con el defensor serbio.
La sanción que le espera al preparador brasileño puede y debe ser durísima.
El propio Dragutinovic aseguró que no pensaba que un entrenador pudiese hacer algo así. "Apenas me tocó un poco, porque lo esquivé -el puñetazo-. No sé por qué lo hizo y no pensaba que un entrenador pudiese hacer algo de ese género", dijo el defensa del Sevilla.
Casualmente Duda, compañero de Drago en el Sevilla FC y presente en el banquillo portugues, fue puesto en un compromiso esta misma mañana en rueda de prensa sobre el incidente: "no puedo opinar porque no he visto nada ni sé nada".
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