¡Qué poco falta!
Falta muy poco para el partido de semifinales... semifinales europeas en el Ramón Sánchez-Pizjuán... ¿quién nos lo iba a decir hace tan sólo unos añitos?
Pero hoy no me refiero al partido contra Osasuna. No, no me refiero a eso.
Me refiero a otras semifinales, las dos semifinales de la Liga de Campeones, Copa de Europa o Champions League... como quieran llamarlas.
Han sido cuatro partidos, cuatro monumentales partidos.
Por un lado Liverpool y Chelsea, y por otro Milán y Manchester United... ¡Dios que cuatro partidos!
Falta muy poco para el partido de semifinales... semifinales europeas en el Ramón Sánchez-Pizjuán... ¿quién nos lo iba a decir hace tan sólo unos añitos?
Pero hoy no me refiero al partido contra Osasuna. No, no me refiero a eso.
Me refiero a otras semifinales, las dos semifinales de la Liga de Campeones, Copa de Europa o Champions League... como quieran llamarlas.
Han sido cuatro partidos, cuatro monumentales partidos.
Por un lado Liverpool y Chelsea, y por otro Milán y Manchester United... ¡Dios que cuatro partidos!
Los de ida fueron espectaculares, pero los de vuelta lo han sido aun más si cabe.
El Milán abusó anoche del Manchester United en San Siro, un tres a cero que humilló a los Cristiano Ronaldo y compañía.
Y viendo todo esto me digo a mí mismo: ¡qué poquito falta!
Que poco falta para que mi Sevilla esté ahí entre los reyes de reyes, de nuevo entre los campeones, ¿cuánto tiempo a pasado desde aquella temporada del año 57?
Ese año 1957 fue la primera vez que un equipo sevillano y andaluz se metió en Liga de Campeones, ¿y quién iba a ser sino el Sevilla Fútbol Club?
Que ganas tengo de ver ese balón de la Champions agitado en el círculo central del Ramón Sánchez-Pizjuán, ver a un Milán, un Manchester, un Liverpool jugando de tu a tu con el Más Grande Club del Sur de España.
Pero tranquilo, ya falta poco, ahora el que toca no es el Manchester aunque también viste de rojo y con calzón oscuro.
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